Lugar de Magia: Casa Malca

El murmullo de las olas, el canto de las gaviotas y la cálida caricia del sol funcionan como magia; con los pies en la arena y la mente en las nubes, uno se re-encuentra. Bajo el caluroso sol de Tulum me encuentro con una de las joyas hoteleras de la Riviera Maya, cuya autentica belleza y estilo único me enamora: Casa Malca.
Casa Malca abrió sus puertas en 2014 con solamente ocho habitaciones, ubicadas en la casa principal después de ser comprada por Lio Malca, un coleccionador de arte con sede en Nueva York que pudo transformar la propiedad en un lugar único. Actualmente con 72 habitaciones, Casa Malca es un refugio de lujo donde me dejo apapachar por un servicio atento y dedicado, disfrutando de la máxima privacidad además de entrar en una realidad alternativa creada por el diseño, arte y decoración.
Desde su nombre hasta cada detalle, el concepto de Casa Malca está diseñado para recibirnos a los huéspedes como en casa. Descubierta después de estar abandonado durante más de una década, ha sido renovada y ampliada de una manera consciente y respetuosa con la arquitectura existente y su entorno natural. Este es un lugar mágico que nos brinda una experiencia única y recuerdos inolvidables.

Con parte de su colección personal de arte contemporáneo distribuida en varios espacios, Lio Malca pudo crear un nuevo y único concepto en Tulum, donde convivo con obras de arte dignas de un museo. Las piezas de arte se encuentran en las paredes de las habitaciones, corredores y áreas comunes – haciendo de cada rincón del hotel un espacio de encuentro con maravillas.
Con 180 metros de extensión de playa bañada por el Mar Caribe, este paraíso terrenal me fascina con su piscina exterior e interior, tres restaurantes, dos bares y un tejado con una vista de 360 grados desde el cual contemplo la hermosa puesta del sol sobre la jungla – las cambiantes tonalidades verdes de la densa vegetación jugando con mis sentidos.
Las habitaciones son un reflejo del entorno artístico del hotel, cada una decorada con muebles únicos y obras de arte elegidas personalmente por Lio Malca. Se puede sentir la presencia de la naturaleza tanto en las habitaciones con vistas al mar como en las habitaciones con vistas al jardín, donde somos constantes partícipes en la intricada relación de la vegetación y el hotel.
El paisaje se asoma por la puerta de la terraza, la habitación se llena del rumor viento, del canto de los pájaros y del aroma de la espuma del mar a la distancia: así es la magia de Casa Malca.
