Hedonismo en Les Moustaches

El genio detrás del éxito de Les Moustaches es su propietario Luis Gálvez, cuyos abuelos habitaban esta casona porfiriana a una cuadra del Paseo de la Reforma, y quien se ha encargado de mantener su esplendor mediante un incansable trabajo.
Parte importante de su excelencia es la atención que se brinda, con el personal siempre atento, impecablemente vestido y dispuesto a satisfacer los deseos de los comensales. Pero lo más destacado es la presencia diaria de Luis, quien supervisa personalmente todo el proceso de elaboración de los platillos hasta su presentación en la mesa y quien, con una sonrisa y su icónico bigote – del cual proviene el nombre de Les Moustaches – nos da la bienvenida a este romántico restaurante.
Hace unos días me dejé llevar por su elegancia y excelencia culinaria, gozando de manjares como ostras, abulón y racks de cordero. El menú del chef Rafael Bautista – quien ha estado aquí desde el principio – es amplio y excelente, con platillos tentadores que invitan a regresar una y otra vez.

Una mansión que conserva la elegancia de su pasado, con el clasicismo que permanece intacto al paso del tiempo Les Moustaches es un rincón parisino en pleno corazón de la ciudad de México.
Cuando se conoce, es difícil definir si la magia de su éxito radica en su excelente gastronomía francesa, en sus decorados delicados, o en el ambiente donde la música de piano y violín acompañan cada bocado. Pareciera ser que cada detalle es parte del otro y que esta reunión de cualidades son las que en conjunto le han dando al restaurante su tan peculiar estilo durante más de 45 años.
Esta joya culinaria es un referente de la excelencia gastronómica francesa en nuestro país, y es punto de reunión frecuente para empresarios e importantes figuras del país. Una expresión del arte culinario francés y una oda a la época dorada de México, Les Moustaches es un portal a un mundo paralelo, donde la elegancia clásica, la altas gastronomía y un ambiente único nos envuelven en sentimientos inolvidables.
