El Icónico Les Moustaches

A una cuadra de la Embajada Americana, atrás de la Bolsa Mexicana de Valores, en Río Sena 88 entre Paseo de la Reforma y Río Lerma, se encuentra el más icónico restaurante de la Ciudad de México: Les Moustaches.
Al son del piano en vivo me adentro en la majestuosa casa que alberga un espacio culinario único, codiciado, clásico y siempre perfecto. Parte importante de su excelencia es la atención que se brinda, con el personal siempre atento, impecablemente vestido y dispuesto a satisfacer los deseos de los comensales.
Pero lo más destacado es la presencia diaria de Luis Gálvez, quien supervisa personalmente todo el proceso de elaboración de los platillos hasta su presentación en la mesa y quien, con una sonrisa y su icónico bigote – del cual proviene el nombre de Les Moustaches – nos da la bienvenida a este romántico restaurante. Este talentoso restaurantero marca la pauta de la alta gastronomía en México hace muchos años, logrando siempre sorprendernos y seducirnos. Sus abuelos habitaron en esta casona porfiriana a una cuadra del Paseo de la Reforma, y quien se ha encargado de mantener su esplendor mediante un incansable trabajo.

Una mansión que conserva la elegancia de su pasado, con el clasicismo que permanece intacto al paso del tiempo Les Moustaches es un rincón parisino en pleno corazón de la ciudad de México. El menú del chef Rafael Bautista – quien ha estado aquí desde el principio – es amplio y excelente, con platillos tentadores que invitan a regresar una y otra vez.
En esta ocasión me deleité en el clásico Beef Wellington, un platillo complejo y sabroso que es logrado aquí a la perfección, y unas deliciosas ostras rasuradas, extremadamente frescas.
Una expresión del arte culinario francés y una oda a la época dorada de México, Les Moustaches es un portal a un mundo paralelo, donde la elegancia clásica, la altas gastronomía y un ambiente único nos envuelven en sentimientos inolvidables. Un imperdible ícono, este paraíso culinario esta siempre en mi mente y corazón.
