Moët Imperial
Moët & Chandon fue la Maison que dio a conocer el champagne al mundo hace 150 años. Su icónica Moët Impérial, la Grand Vintage Collection, la Moët Rosé Impérial, hasta la innovadora Moët Ice Impérial, cada una de sus champagne deslumbra y deleita con su elegancia, su frescura y sus sabores incomparables. Sus coquetas burbujas son las invitadas de honor en reuniones en todo el mundo, creando experiencias mágicas e inolvidables.
Este año festejamos el 150 aniversario de su icónico champagne Brut con una botella edición limitada, la más famosa de todo el mundo, que ha caracterizado a La Maison francesa y que refleja su compromiso inquebrantable con la excelencia. Para celebrar a lo grande este evento tan importante, se diseñó una botella de edición limitada con un logotipo rediseñado, especial para celebrar a la bebida más querida. La botella y su estilo reflejan un estilo distintivo de champagne definido por su brillante sabor a fruta, su seductor paladar y su elegante madurez, todas características distintivas de las reconocidas mezclas de Moët y Chandon.
Antes de ser llamado Moët Impérial se le llamaba como Brut Impérial, fue en homenaje a la relación de Moët & Chandon con la familia imperial de Francia que obtuvo su majestuoso nombre, y siguiendo esta relación, el primer envío de Moët Impérial se programó para coincidir con el centenario del nacimiento de Napoleón Bonaparte. Desde entonces, Moët Impérial emprendió un viaje único para convertiste en un ícono universal de celebración, creando momentos llenos de glamour y estilo, y fue gracias al impulso de su espíritu de conquista y la que se ha convertido en el champagne más querido del mundo.
Desde su aparición, Moët Impérial ha sido la favorita de la realeza, ha estado presente en los brindis más importantes, ha sido una gran estrella cinematográfica, y se ha ganado el reconocimiento como la bebida icónica de las máximas celebraciones. A lo largo del tiempo, sus cualidades se han convertido en el reflejo de la grandeza y riqueza de las tierras donde crecen las uvas, con las que se producen las mezclas que dan origen a este oro líquido.
La delicada y sutil elaboración del diseño de Moët Impérial lo convierte en un champagne que es delicioso: el sabor natural de las uvas, se traduce en un champagne que ofrece esta naturalidad en cada sorbo. Su elegante madurez es resultado del proceso de fermentación y del contacto del vino con la levadura, con lo que se crea una experiencia placentera al paladar, resultado de 150 años de experiencia que se ha perfeccionado generación tras generación. A pesar de los cambios en las cosechas, es invariablemente el champagne perfecto, cuyo sabor distintivo es reconocible y
amado.
